No contamines tus frenos!!!

Un error muy común que vemos en el taller es la contaminación en los frenos, sobre todo en los frenos de disco.
El frenado de una bicicleta funciona de manera muy simple. El movimiento de las ruedas se reduce por el roce de las pastillas con el disco al apretar la manilla de freno. Pero qué pasa si ponemos un lubricante entre esos dos elementos? La respuesta es que perderemos gran parte de la eficacia de el frenado y eso lo notaremos en la práctica cuando la bici se desplace mucho más después de activar el freno y generalmente también comienza a escucharse un chillido muy característico.
Muchos ciclistas que están recién comenzando llegan a la conclusión de que deben lubricar sus discos de freno, otros abusan de la silicona para sacar brillo y termina llegando a los frenos, otros más lubrican demasiado su sistema de transmisión y parte de el lubricante termina en el freno y así hay más casos.
En fin, el consejo en general es cuidar muy bien los frenos evitando que cualquier agente viscoso llegue a adherirse a ellos. Podríamos decir que idealmente solo les llegase agua o alcohol que se evaporan rápidamente y por completo